Ayudamos a las Familias del Liceo Francés de Valencia a que promuevan un Pacto Social para concienciar contra el uso de móviles entre el alumnado
La iniciativa de los padres de alumnos ha convertido el centro en referente para otros establecimientos de España. El Liceo Francés era pionero en contar con un reglamento que ya prohibía el uso de smartphones pero la adhesión al pacto supone una responsabilidad asumida por las familias.
La tecnologización de la enseñanza se impuso por la fuerza a partir del 2020 con la pandemia declarada por la OMS. Lo que en un principio fue una solución ante un problema, se ha convertido en una auténtica pandemia para la salud mental y física de niños y adolescentes. Tanto es así que la irrupción del smartphone entre los más jóvenes, amparada por la entrada de pantallas, dispositivos y plataformas digitales en el sistema educativo, ha tenido nefastas consecuencias en el nivel académico de los alumnos tal y como constató el último informe PISA.
Esta desoladora realidad ha propiciado respuestas cada vez más organizadas entre los padres, un movimiento heterogéneo que señala el uso de pantallas como un problema para el libre y conveniente desarrollo de las jóvenes generaciones y que pugna por una infancia y una adolescencia a salvo de móviles y otros dispositivos digitales.
Fruto de la concienciación, 145 familias del Liceo Francés de Valencia suscribieron este curso un Pacto Social con el centro educativo. Un pacto escrito, muy bien acogido por la dirección del Liceo, por el cual las familias firmantes se comprometen a apoyar la prohibición del uso de moviles que rige el centro, a retrasar al máximo la entrega de terminales, a que los alumnos no los usen tampoco en actividades educativas fuera del recinto escolar, a acompañar a la dirección y al claustro en el respeto al reglamento interno, y a concienciar y divulgar entre las familias y los alumnos las consecuencias del uso de smartphones y pantallas.
La Adicción Invisible
En esta línea, ha tenido lugar en el auditorio del Liceo una conferencia titulada “La adicción invisible: El rol de padres y docentes en la era digital” a cargo de Ana L. Chindemi, médico especialista en Pediatría que fue Docente en la Universidad de Medicina de Buenos Aires, y de Álex Benavent, director de estrategia e innovación de marca en el ámbito empresarial, miembro de la asociación Adolescencia Libre de Móviles CV y coordinador de la Escuela de Padres “Aprendemos en familia”.
Partiendo de la base de que los propios desarrolladores de las nuevas tecnologías mantienen a sus hijos alejados de los dispositivos durante la infancia en aras de su bienestar, ambos ponentes coincidieron en llamar a los padres a hacerse cargo del peligro digital y de empoderar a los niños para que rechacen la dependencia de las pantallas.
Álex Benavent evidenció en su ponencia que las grandes tecnológicas usan la adicción a la dopamina para incrementar sus cuentas de resultados (lo que ha valido una macro querella contra Meta en USA), que se impone una peligrosa y desestructurante hipersexualización de los niños y que su salud mental inició un preocupante empeoramiento -con una tendencia global al incremento de autolesiones, suicidios, etc- a partir de 2010 con la introducción del smatphone. Además, explicó cómo la experiencia de las escuelas noruegas de prohibir los teléfonos móviles en los recintos escolares concluyó con la mejora significativa en las calificaciones generales, la disminución de los niveles de bullying y también de las consultas de salud mental. Finalmente, reivindicó el concepto de progreso entendido como “poder contar con las herramientas intelectuales necesarias para ser legisladores de la propia libertad”. Es decir, que el progreso “no es la tecnología ni las redes sociales ni la IA”.
Ana L. Chindemi por su parte se centró en la influencia de las plantallas en el neurodesarrollo de los pequeños y en sus consecuencias: disminución de las habilidades sociales, reducción de la capacidad de atención y concentración, incapacidad para manejar la frustración, sobreestimulación y apatía como consecuencia, retraso del lenguaje y alteración del ritmo circadiano. Y, por supuesto, adicción. Aparte de secuelas físicas como dolores de cabeza, alteraciones en el cuello y las vértebras, lesiones traumáticas, problemas en la visión, la piel, obesidad, Trastornos del Comportamiento Alimentario, depresión y ansiedad, baja autoestima, suicidio, ludopatía, acceso a la pornografía y distorsión de las relaciones… Ante los perjuicios demostrados del móvil entre los más jóvenes, la pediatra abogó por predicar con el ejemplo y retrasar al máximo el acceso de los niños a estos dispositivos, así como, una vez proporcionados, poner limitaciones a su uso.
Tras la interesante aportación del público asistente, experiencias personales y reflexiones, la actividad promovida entre la comunidad educativa del Liceo finalizó con una demanda unánime: concienciación social y hacer lo posible por proteger a los más vulnerables de la voracidad de las grandes multinacionales de la tecnología cuya finalidad es, entre otras, convertir a los niños en consumidores compulsivos. Porque las personas, sus derechos y bienestar, en especial los de los niños, han de estar por encima de los intereses económicos.
Padres y madres Pacto Social del Liceo Francés de Valencia